SMITE - Fafnir & Dreadlord Skin (Nintendo Switch / PC / PS4 / Xbox One) Página web oficial Clave - GLOBAL
No hay criatura, viva o muerta, más codiciosa y vil que un enano. En los helados confines de Asgaard, bajo sus poderosos picos de piedra, habitan, siempre martilleando para forjar más joyas de oro, para tallar más gemas relucientes, para insuflar maldiciones en sus galas.
Entre estos desdichados parientes se encuentra Fafnir, hijo de Hreidmar, con un brazo de herrero hinchado y un hambre voraz de violencia, ambos eclipsados por su avaricia.
Una vez en primavera, Odín, Loki y Honir visitaron el reino de Hreidmar, portando una piel de nutria que habían desollado en su viaje. Horrorizado, Hreidmar enterró a los Aesir, pues la nutria era, en verdad, su tercer hijo. La libertad no sería suya hasta que Loki regresara con la piel llena de oro. Negándose a ser superado, el Dios Embaucador, llenó la piel hasta reventar con el tesoro maldito de Andvarri. Hreidmar, ignorante del maligno tesoro, intercambió ávidamente a los Aesir por la riqueza. Aquella noche, enroscando su poderoso brazo, Fafnir estranguló a su padre y desapareció en la noche helada con el oro maldito.
Y así fue como la locura se apoderó de él. Paranoico de que su último hermano le robara el tesoro, Fafnir lo guardó celosamente mientras la maldición le susurraba al oído. Lentamente, con seguridad, se volvió retorcido, escamoso y de pesadilla. Su aliento se volvió venenoso, sus fauces, colmilludas, su comportamiento, más sucio. Se convirtió en un dragón. El símbolo mismo de la codicia.
Durante siglos, Fafnir no tuvo compañía, pero la Guerra de los Dioses está cada vez más cerca, y el tintineo de las monedas corre desenfrenado; un saco abultado en el cinturón de cada guerrero. Ansía cada pieza, y no escatima en derramar sangre por el reluciente oro.